
¡Ah, la menopausia! Ese momento mágico en el que tu cuerpo decide convertirse en una auténtica diva, deparando una serie de pequeñas sorpresas... como la incontinencia. Sí, porque además de sofocos y cambios de humor, ¡parece que tu vejiga también quiere unirse a la diversión! Durante la menopausia, el cuerpo dice: "¿Menos hormonas? ¡Por qué no!" y reduce su producción de estrógeno y progesterona. ¿El resultado? Los músculos del suelo pélvico, que sostienen el sistema urinario, empiezan a funcionar a la perfección. Y entonces, aparece la incontinencia, que afecta a aproximadamente el 50 % de las mujeres de entre 60 y 69 años. Divertido, ¿verdad?
¡Ríete y pierdes orina!
El envejecimiento y la disminución de los niveles de estrógeno debilitan los músculos que controlan las fugas. Piensa en los músculos de tu suelo pélvico como si fueran superhéroes cansados que se han jubilado y se han desahogado. Antes estaban ahí para ayudarte a controlar los órganos urinarios, pero ahora se toman unas vacaciones prolongadas. El resultado: al más mínimo esfuerzo —un estornudo, una risita o incluso un salto por las escaleras—, tu vejiga se siente como una fuente pública.
¿Y qué hay del sistema urinario?
Bueno, el sistema urinario es como un equipo de fútbol con pocos jugadores. La uretra, la vejiga, los uréteres... todos son músculos que, con el tiempo, pueden haber decidido relajarse. La uretra, ese pequeño músculo que se supone que se contrae para evitar fugas cuando la vejiga está llena, pierde la motivación. Por eso, a veces, se descontrola, sobre todo cuando te ríes demasiado fuerte. La vejiga, en cambio, empieza a hacer contracciones inesperadas, como "¡Voy a orinar YA!", incluso si estás en medio de una reunión importante.
Otros factores agravantes
Porque, como es de esperar, la menopausia no es la única culpable. Si has tenido embarazos, si tu peso está más alto de lo que desearías o si te has sometido a ciertas intervenciones quirúrgicas (¡hola, histerectomía!), es probable que tu vejiga se sienta más cómoda que nunca.
Soluciones para recuperar el control de la micción
¡Por suerte, existen soluciones para recordarle a tu cuerpo quién manda!
- Ejercicios de Kegel
Es como un entrenamiento al estilo Rocky Balboa para los músculos del suelo pélvico, pero para prevenir las pérdidas en lugar de ganar una batalla. Así que, ¡tensa, relaja y repite!
- Fitoterapia
¿Por qué no recurrir a la Madre Naturaleza? Ciertas plantas pueden ayudar a calmar las ganas de orinar.
- Alimentación e hidratación
Bueno, dejemos de lado el café, el alcohol y los cítricos que ponen la vejiga en alerta máxima. ¡Pero mantente hidratada! Porque una vejiga bien hidratada es una vejiga menos voluble (paradoja, lo sabemos).
- Pérdida de peso
Moins de pression sur la vessie, moins de fuites sorpresas. Bono: ganarás energía.
- Acupuntura
¿Quién diría que unas pequeñas agujas podrían ayudarte a mantener el control? Y, sin embargo, algunos estudios demuestran que puede
- Ejercicios de relajación
Menos estrés, menos incontinencia. Respira, medita y dile adiós a las pérdidas de orina provocadas por el pánico.
Así que, chicas, a todas las que se embarcan en esta maravillosa aventura que es la menopausia: recuerden que esta es una nueva etapa de su vida, llena de sorpresas. ¡Pero mantengan la cabeza en alto y los músculos del suelo pélvico firmes!
Fuentes: Sphère Santé, Menopause and U – salud de la vejiga, Revue médicale suisse – incontinencia urinaria en mujeres, Urologue-paris-messas